Cómo decorar la mesa de Navidad
Los polvorones y los turrones ya están en los supermercados y las luces de colores empiezan a hacer acto de presencia, todo ello nos dice que es hora de ir pensando en la decoración navideña de nuestro hogar y de nuestra mesa. Está claro que este año va a ser diferente, así que podemos aprovechar y hacer también algo que se salga un poco de lo habitual.
Decorar la mesa de Navidad 2020
Debido a la pandemia y a las restricciones que se han impuesto a raíz de la misma, este año las cenas y comidas navideñas van a ser mucho más familiares si cabe. Nada de reuniones con tíos, primos, cuñados y a saber quién más, en 2020 cenamos en casa los que vivimos en ella y poco más.
Aprovechando que vamos a ser menos y va a sobrar espacio, podemos decorar la mesa de Navidad y convertirla en el lugar de reunión perfecto. Será nuestra particular forma de ponerle al mal tiempo buena cara.
Para conseguir un efecto único vamos a necesitar mantelería y servilletas, una cubertería bien abrillantada, copas y vasos, una vajilla que no sea la que usamos todos los días, unas velas para decorar y también unos bonitos centros de mesa navideños.
Elegir el mantel de Navidad
A la hora de montar la mesa de Navidad, el mantel y las servilletas son los primeros elementos que tenemos que elegir, ya que en torno a ellos va a girar toda la decoración.
Un mantel en color blanco o en tonos neutros como el beige nunca pasa de moda y queda muy bien, especialmente si usamos una vajilla que tenga algo de color. Por el contrario, si tu vajilla es blanca y sencilla, entonces puedes arriesgar con un mantel profusamente decorado o de un color tan navideño como el rojo.
Lo mejor es que escojas un par de colores y hagas toda la decoración de la mesa en torno a ellos. Por ejemplo rojo y dorado o verde y plata.
Elegir la vajilla, cubertería y copas en Navidad
Encontrar una vajilla elegante y económica es hoy en día muy fácil gracias a las tiendas low cost de decoración y productos para el hogar. Quizá no sean platos que vayan pasando de generación en generación, pero darán muy buen resultado y te pueden llegar a durar mucho tiempo.
Lo que no debes hacer nunca al trabajar la decoración navideña de tu mesa es combinar platos, cubiertos o vasos de diferentes vajillas.
Además, asegúrate de que cada comensal tiene a mano los cubiertos que va a necesitar durante toda la comida a cena, desde el primer plato hasta el postre y el café. Y asegúrate de que todo el mundo al sentarse tenga una copa para vino y un vaso o una copa para el agua. Luego, según lo que beba cada uno, puedes retirar lo que no se vaya a usar.
Poner velas y centros de mesa en Navidad
Como este año somos menos para sentarnos a la mesa, tenemos más espacio para poner elementos de decoración, pero tampoco hay que excederse. En una mesa de tamaño medio puedes poner un centro de mesa y unas velas en los extremos.
Si no tienes candelabro no hace falta que lo compres. Hoy en día la mayoría de las velas vienen en bonitos vasos de cristal que sirven también como decoración. De hecho, son mejor las velas que no son muy altas y están bien protegidas, así evitamos que los comensales se puedan quemar al alargar el brazo para coger algo de la mesa.
Respeto al centro, aunque no sea muy grande, lo mejor es que una vez que los comensales están sentados lo quites, así evitas que pueda tapar la visibilidad.
Las bebidas en la mesa de Navidad
Lo de tener las botellas en medio de la mesa nunca queda bien, porque además se pueden acabar cayendo. Lo mejor en estos casos es tener una pequeña mesa auxiliar al lado de la mesa principal y dejar en ella todas las bebidas, desde los espumosos hasta el agua.
En Navidad solemos beber más espumosos que vino tinto, y estos necesitan estar frescos. Por eso es aconsejable tener las botellas en la nevera hasta última hora y luego sacarlas y dejarlas en una cubitera para que no pierdan temperatura.
Los dulces en la mesa de Navidad
Después de una comida o una cena contundente nadie suele tener muchas ganas de dulce, pero siempre es conveniente preparar una bandeja con dulces típicos como el turrón o los polvorones. Si la sobremesa se alarga, seguro que más de uno acaba picando.
Con un poco de dedicación, mucho mimo y cariño, puedes conseguir que la decoración navideña de tu mesa sea todo un éxito, sin importar si en casa vais a cenar dos, cuatro o incluso si te toca cenar a solas.